ALGO HUELE MAL EN ASUNCION DEL PARAGUAY

SURda

por Carlos Amir González

El histórico acontecimiento del triunfo en las elecciones del 20 de abril del 2008, de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) encabezada por el ex obispo Fernando Lugo, y visto desde la consideración que esto implicaba la suma del Paraguay a los gobiernos de “entonación progresista” que hoy marcan el sentido de necesarios cambios en varios países desde el Río Bravo al Sur de las Américas , merece a la luz de las actuales circunstancias vividas en este país un riguroso análisis de donde vienen “los polvos devenidos en los barros” que empantanan permanentemente al Paraguay.

Génesis de la Alianza Patriótica para el Cambio

El Partido Colorado también Asociación Nacional Republicana (ANR), gobernó y estructuró al Paraguay en forma de Corporación Fascista durante más de 60 años, incluidos los 20 que van de la “transacción democrática” y los 35 de la dictadura que va de 1954 a 1989. Esto ha generado la existencia de un “estamento político” corrompido y putrefacto, conformado por hombres y mujeres que son verdaderos escombros humanos. Están instalados y se pasean a cuerpo en los tres poderes de la Democracia, y a lo largo y ancho de la Administración Pública. En el golpe dentro del golpe de 1989, los dinosaurios representantes del viejo orden tiránico Stronissta , tuvieron que ceder sus puestos de mando a los “neofascistas” que proclamaban la necesidad de democratizar el “anciano régimen”. Con el narcotraficante general Rodríguez a la cabeza, jefe del cartel de Santa Cruz, y con sus “militares brazos derechos” pistolas y metralletas en mano, pasando escribanos mediante, las fortunas acumuladas a manos de los “nuevos dueños del Paraguay”, comenzó la “transacción democrática”. Estos militares de “pañuelos colorados” al cuello, fueron fielmente seguidos por la dirección, mujeres y hombres que componen la Asociación Nacional Republicana, los mismos que 24 horas antes seguían al dictador, y al cual nunca retiraron como afiliado de honor de la A :N:R . Hijos y entenados, familiares, clanes mafiosos, empresarios de la industria y el agro que han vivido de las tetas del estado, conforman una rosca económica y social, que solo se desatará con un gobierno de fuerza revolucionaria que aún no se visibiliza en el horizonte paraguayo. Políticos y militares que hoy promedian cuarenta o algunos años más, son la dinastía dictatorial, beneficiada de la corrupción y las mafias que integraron sus padres y abuelos, son la “tierna podredumbre” heredera del Stronissmo . Ejemplo nítido (por no cansar dando cientos) el jefe del Ministerio Público Rubén Candia Amarilla, Fiscal General del Estado, miembro durante la dictadura del G.A.A (Grupos de Acción Anticomunista). Si avanzamos hacia el Poder Judicial la densidad de corrupción e inmoralidad, se torna insoportable. Ni hablemos de las Cámaras de la “Vergüenza Nacional”, que en lugar de un Congreso se parecen más a Establos de Burros y albaceas de la indignidad, corruptos y miserables que se enriquecen ilícitamente a costillas del pueblo.

El otro partido tradicional paraguayo, Partido Liberal Radical Auténtico, con algunas escasas excepciones, no le va en zaga a la A :N:R . A partir de los 60, uno de sus grupos ayudó a darle cierta mampostería democrática al régimen stronissta , aceptando componer un parlamento que el mimo creó. A partir de 1989 sus mujeres y hombres han seguido entrando en todo tipo de “componendas y transacciones” con el partido colorado a los efectos de “ganar espacios políticos” en el Estado, espacios desde los cuales luego actúan sin “muchas diferencias” de prácticas a la de los colorados, gestiones corruptas y de robo al erario público han estado a la “orden del día” con los liberales en gestión de gobierno de Gobernaciones, Intendencias, Contraloría del Estado, Poder Judicial, también aquí se puede hablar de “clientelismo político y de nepotismo” sin temores a irse de boca. Pero el colmo de este partido en su empedrado camino de trapisondas y componendas con su alter ego el Partido Colorado, fue su unidad de acción con el grupo más fascista del país, la Unión de Colorados Eticos presidida por el criminal y golpista general Oviedo.

Los Terceros Espacios

Hay una inveterada costumbre de los analistas políticos de “echarle la culpa a los pueblos”, de lo que los pueblos en última instancia padecen. Una frase que expresa perfectamente esto es: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.

El pueblo paraguayo desde antes de su independencia nacional tiene escritas páginas de heroísmo y abnegación por la construcción de una sociedad solidaria, fraterna y humanista. De 1810 a 1865 creó una de las sociedades más pujante y desarrollista, educada en materia de instrucción pública, no había analfabetos, hoy existen 53 % de analfabetos funcionales, y todo esto fue quebrado, arruinado, devastado, por oligarquías de dentro y de fuera, “el mal ejemplo no debía cundir…”. Todos conocen esta historia, a la cual le han escrito en paralelo, como siempre, una historia negra…por aquello de que la historia la escribe la pluma cobarde y traidora del “escriba” de los vencedores.

En 1991, a dos años del comienzo de la “transacción” apareció en las elecciones municipales una propuesta política de cuño socialdemócrata del Dr. Carlos Filizzola , la misma arrasó y Filizzola se convirtió en intendente de la ciudad de Asunción. Esta campanada por los “cambios” en un sentido progresista del pueblo asunceno no tuvo la respuesta adecuada de Asunción Para Todos para convertirse en un movimiento de carácter nacional, y el mismo fue a parar en el Encuentro Nacional, otra historia.

El Encuentro Nacional con el Dr. Caballero Vargas a la cabeza, pleiteó a los dos partidos tradicionales las elecciones nacionales de 1993, la gente lo acompañó con abundante electorado. No supieron tampoco gestionarse frente a la gente como una estructura de mujeres y hombres, que no se pareciese a “más de lo mismo” de liberales y colorados y naufragaron como tantos en las aguas de “la nada, política, filosófica, moral”. Muchos dicen y con razón, que el Partido Colorado gobernó durante tantos años en el Paraguay, por la inoperancia, la demagogia y el “sabor a nada” de la oposición. Agregaría además, y me hago responsable, que la oposición al Partido Colorado tiene la misma cantidad de burros e impresentables.

Con este ejemplo de Asunción Para Todos (APT) y del Encuentro Nacional, he querido dejar claro que cuando el pueblo paraguayo recibe una propuesta distinta y dirigida a los cambios, la acompaña, pero después es la gestión o la falta de la misma de los dirigentes o representantes, que frustra a la gente por haber acompañado a dichos proyectos, que como decíamos anteriormente terminan siendo por la conducta de su gente “más de lo mismo”. Y la gente se vuelve a refritar en el viejo dicho: “de que más vale viejo y conocido que nuevo y por conocer”. Los esclavos extrañan el látigo del amo, porque extrañan la escudilla con arroz que el mismo les sirve, mientras que los “nuevos” solo se ocupan de llenar sus carteras y bolsillos.

También los empresarios católicos buscaron conformar su espacio político y dieron vida al mismo bajo el nombre Partido Patria Querida, que hace referencia a una popular canción que muchos postulan como himno nacional. El mismo ha obtenido una buena representación parlamentaria. Su presidente Pedro Fadul , empresario del mundo de las finanzas, hoy ha devenido en empresario rural, y la gente transforma irónicamente el nombre de su partido en “Plata Querida”, verbigracia popular que denota que la gente “sabe quién es quién”. Si bien Fadul y sus parlamentarios manejan un discurso monocorde en cuanto a “nuevas prácticas políticas, a una acción moralizante desde la política” esto no ha sido impedimento para que desde el parlamento durante la presidencia de Nicanor Duarte Frutos, y en lo que va de la actual de la APC, se hayan prestado a votar leyes antipopulares y a hacer acuerdos con grupos no precisamente democráticos.

Izquierda, Movimientos Sociales

En lo que fue la lucha antidictatorial del pueblo paraguayo se destacan fuerzas políticas de un amplio abanico, de la misma forma en los movimientos sociales de clase trabajadora, campesinos, movimiento estudiantil universitario.

Dos partidos como el Comunista y el Febrerista , fueron de una lucha tenaz y consecuente contra la misma, y hubo también desde los partidos liberal y colorado grupos que también lucharon contra la misma, sin caer en las zonas de colaboracionismo en las que otros cayeron.

En lo referido a los movimientos sociales el campesinado tuvo su punto mas alto en las llamadas Ligas Agrarias de los 70, que tuvieron también una correspondencia en un grupo de intención guerrillera llamado Organización Primero de Marzo (fecha de la muerte del Mariscal Francisco Solano López) pero que también se hablaba de un nombre tipo Organización Político Militar. Ambas organizaciones son barridas por una feroz represión político militar de la Dictadura del general Alfredo Stroessner .

Por los 80 surge el Movimiento Intersindical de Trabajadores como expresión contrapuesta a la oficialista y amarilla CPT, el mismo contenía a una clase trabajadora de los ciudades y del campo, unitaria y combativa que rompía con la hegemonía social del corporativismo fascista de la dictadura. Paralelamente el estudiantado universitario independiente comenzaba a hablar fuerte dentro de una estructura de Gremios Estudiantiles Universitarios fieles a la A.N .R y al Tiranosaurio .

APC - ¿ Suerte Coyuntural o Proceso Político de Acumulación ?

Si alguien me preguntase lo del título, no dudaría en responder lo primero, sin descartar que hay algo de lo segundo, por lo que más arriba señalamos.

Si analizamos el marco en que se dieron las discusiones políticas para parir la Alianza Patriótica para el Cambio, encontraremos algunas pistas.

Creo que la “influencia política hacia los cambios” viene en primer lugar de que Paraguay forma parte como socio fundador junto con Brasil, Argentina y Uruguay, del MERCOSUR, y en todos estos países hubo cambios de gobierno con una orientación “progresista” en ruptura con los partidos tradicionales. Aunque en Paraguay muchos analistas siempre opinan “que es el cementerio de las teorías”. De todas formas y bajo la égida de la figura de Fernando Lugo (llamado por aquel entonces como el “ facilitador ”) comenzaron en dos bloques las conversaciones para instrumentar la fuerza política del cambio. Uno de los bloques llamado el de la Concertación contenía a todas las “fuerzas políticas” incluidos los Fascistas de UNACE (grupo político del gorila Lino César Oviedo), con la excepción del Partido Colorado, aunque el presidente Nicanor Duarte Frutos preguntaba porque su grupo llamado Movimiento Colorado Progresista no estaba también comprendido. El otro grupo comprendía a Fuerzas Sociales y partidos Socialdemócratas y de Izquierda. Hubo un grupo de la izquierda y algas expresiones de movimientos sociales que apoyó la presidencia de Lugo, pero que conformó una Alianza Patriótica Socialista aparte de la APC, por no estar de acuerdo con la presencia en la misma del Partido Liberal Radical Auténtico.

Con el transcurrir del tiempo y el discurrir de las discusiones en el grupo de la Concertación descabalgaron Oviedo de Unace y Fadul de Patria Querida, al ver que los mismos no serían los líderes de la Alianza. El pleito en el PLRA se definió en una Convención que decidió ir con la figura de Lugo a la presidencia.

En estas conversaciones de la Concertación, mientras se trataba de retener a los oviedistas , hubo que sufrir ignorancias políticas tales como las de Emilio Camacho y Carlos Filizzola , expresando que el Frente Amplio uruguayo había “unido a ex miembros de la dictadura con movimientos de la izquierda”.

En el grupo de los movimientos sociales y de partidos y movimientos de izquierda, no faltó a la cita el “canibalismo político”, la lucha por posicionarse en los futuros cargos, generando como es habitual la fragmentación y atomización, que decantó a la postre en la nula representación parlamentaria, despilfarrando un caudal electoral de 200.000 votos que daba en caso de unirse para aproximadamente cinco representantes más. La izquierda en Paraguay siempre elige ser cabeza de ratón, y aunque cita que el pueblo paraguayo es un león dormido, nunca se conforma con ser la cola de ese león despierto.

A esta incapacidad política de las estructuras políticas que responden a un pensamiento más avanzado, se le suma la ausencia de una ingeniería que posicione un Plan Político de Medidas Urgentes para resolver el universo de la intrincada problemática social y económica que atraviesa el Paraguay, menos un Programa Revolucionario que con gradualismos y etapas marcadas concurra a dinamitar las arcaicas estructuras que han generado estas problemáticas que emiten 3 millones viviendo por debajo de la línea de la pobreza (eufemismo de indigencia), 100 mil indígenas muriendo de inanición, niños y adolescentes en situación de mendicidad y prostitución en las calles, clase trabajadora inventando algo para cubrir el sustento familiar frente a gigantescas cifras de desocupación, ancianos que viven de la caridad de sus familias porque la seguridad social no alcanza a más del 10% de la clase trabajadora, si le damos una mirada a la situación de profesionales y miembros de las capas medias – pasando por pequeños y medianos industriales de la ciudad y del campo – la situación no mejora en mucho. A esto se le agrega la desvergonzada situación que lucen en contraste con la de los sectores populares los poderosos económicos de otrora, de siempre o de nuevo cuño que siguen construyendo sus mansiones palaciegas y paseándose a cuerpo en sus vehículos de miles de dólares.

A un año del posicionamiento de la APC en gestión de gobierno, las cosas no han cambiado mucho. Fernando Lugo en la conducción de la misma y hoy día como presidente, un hombre venido de “fuera de la política”, no ha dejado de mostrar que es un adocenado en esta materia, era lo que había en condición de “ser” pero hasta ahora solo demostró su condición de “estar”. Su licenciatura en Teología poco le servirá para salir de la actual situación, ojalá que la licenciatura de economía, que dice tener, se le despierte. Los recientes cambios de ministros, anunciados como el vigoroso relanzamiento del gobierno de la APC, me comentaba el economista Luis Rojas que son algo así “como cambiar seis por media docena”. Hay mujeres y hombres, que como el citado economista, están en situación de “reposo” y no han sido convocados por este gobierno. El escenario que se plantea fuera de la continuidad de Lugo, sería para peor. Pero la continuidad del mismo sino se plantea sobre una nueva dinámica de iniciativas revulsivas, se puede tornar desesperante para quienes apostamos a esta propuesta política. Como siempre todo descansa en la capacidad popular para desarrollar musculatura organizativa, capacidad pensante, control de gestión, movilización con planteos y propuestas para profundizar y exigir un camino hacia los cambios.

Alguna vez se acuñó una frase en un país latinoamericano que decía: “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”